SEGUNDA PARTE

Mayo / 2022
En esta última MULTI hubo una pregunta recurrente: ¿Estuviste en la de la semana pasada? Y no era para menos, la anterior fue fuertísima, muy dura, muy conmocionante y esta fue igual de dura, pero al ser repetitiva de la anterior que ya no pareció tanto, aunque la intensidad no haya bajado lo suficiente como para notar algún cambio.
Casi un calco de la anterior, un hijo reclamando, contando lo que sufre, sin poder detenerse en su locuacidad y hasta en sus insultos, unos padres que asisten en silencio también sufriendo, no sólo por lo que pasa sino por el minuto a minuto de sus vidas y una asistencia que entre atenta y desgarrada guarda respetuoso silencio, con algunas interrupciones muy menores.
Esta vez el pato de la boda fue una psicóloga que fue tomada como blanco de varias críticas, algunas humillantes, y que resistió en soledad y con gran entereza.
En esta oportunidad no se produjeron resonancias con tanta intensidad como en la vez anterior, quizás por la repetición de los argumentos, así que mientras escuchaba muy atentamente e iba leyendo el chat me preguntaba:
¿Hay algo que podamos hacer para ayudarlos a disminuir sus sufrimientos? Los de todos, ya que aquí no hay hijos y entenados, no sé cuáles son las causas ni como se arreglan, pero si se perciben las consecuencias y es que ninguno es feliz.
¿Desde la MULTI podemos hacer algo por ellos? En realidad, no lo sé a ciencia cierta, pero de lo que estoy seguro es algunas cosas que no podemos ni debemos hacer, por ejemplo:

- Ser espectadores, muy empáticos, pero poco ejecutivos.
- Tomar partido por los padres o por el hijo.
- Juzgar los dichos incontrolables y la gestualidad inconsciente.
- Ponernos a su disposición.
- Transmitirles nuestras propias experiencias.
- No convertirlos en el ombligo del mundo.
Algunos piensan que no es necesario ya que su actitud y pensamiento ya son absolutamente conocidos, y quizás otros, entre los que me encuentro, que están convencidos que sería simplemente como echar nafta sobre el fuego, suponiendo que así se extinguirá.
Se comentó casi al pasar que el tiempo dedicado a este tema resultó extenso y comparto ese pensamiento, la extensión conspira contra la efectividad sin contar que reduce muy claramente la posibilidad que otros varios con puedan exponer sus y sus problemas y de ser escuchados.
Si a este tema, gravísimo y doloroso por cierto, se le sigue dando tanto espacio quizás se termine corriendo el riesgo de ser naturalizado y en consecuencia resulte uno más, cuando por el grado de desarrollo da la impresión de ser necesario un abordaje de magnitud.
Las segundas partes (casi) nunca fueron buenas.