SABOR AGRIDULCE

JULIO / 2022
Dos historias diferentes, dos situaciones inconexas una con la otra, ocurridas a miles de km de distancia y que de alguna manera tienen un hilo conductor, al menos es lo que a mí, sólo a mí, me ha resonado, sin pretender convertir un pensamiento en una verdad revelada.
Una MULTIchica viajó a Canadá para reencontrarse con su hermano, es inimaginable los sentimientos que deben haber fluido al menos de ella hacia él (los que viven en el frío, son un poco como el clima) la emoción, los recuerdos, el tiempo sin verse, las expectativas en algunos aspectos cumplidas y el esfuerzo que debe haber tenido que hacer para con otros, para quienes su presencia en el mejor de los casos era una visita y para otros quizas una incomodidad.
Fue a encontrar lo que buscaba, lo bueno y lo no tan bueno, y más allá de hacer gala de un delicado vestido que era la prolongación de sus hermosos ojos, no todo fue un jardín de rosas.
Otras vidas, otras costumbres, relaciones familiares planteadas en términos poco habituales y un hermano un poco peleado con la salud, con una atención y contención no del todo presente que hasta sufrió un desmayo del que le costó volver en sí.
Ella, nuestra MULTI amiga, que no es una adolescente ni mide 1.80 metros, se hizo cargo del problema casi sin ayuda y esa situación la retrotrajo a otras similares ya vividas con su propio padre.
Si bien las ganas de ir le brotaban por los poros, luego las de regresar no se quedaban muy atrás, en definitiva esta es tu tierra, donde están sus olores, sus sabores, sus cosas, su cama, sus amigos y allá pareciera que todo eso no lo pudo conseguir, a pesar que un sobrino se portó como un príncipe, destacándose del resto por lejos, muy lejos.
Regresó con la preocupación por la salud de su hermano y la escasa atención que podrá recibir en el futuro, deteriorando de ese modo aún más su salud.
Un viaje con sabor agridulce.
Esa misma noche otro MULTIjoven, demostrando una gran empatía con su medio hermano (hermanastro suena tan feo!!!) comenta que se preocupa por algunas germinaciones que hace el otro hermano y reclama desde el amor, desde la preocupación, desde la buena voluntad que el padre de ambos intervenga en las actividades floricultoras del veinteañero, pero el padre no comparte el pensamiento preocupado de su hijo mayor.
Este MULTIjoven, quizás el ÚNICO de toda la MULTI que ha tenido la fortuna, por esfuerzo propio de acercar a toda su familia le efectuó la misma consulta a la madre también presente y ella compartió la opinión del padre, algo poco frecuente en este ex matrimonio donde siempre ha habido respeto pero no tanta afinidad.
Este detalle no fue pasado por alto por el Coordinador y lo puso de manifiesto, a lo que el MULTIjoven no le prestó demasiada atención y sólo faltó que dijera: Lo que en este momento me preocupa es el futuro de mi medio hermano no que mis padres compartan una visión, para mi equivocada, y luego la cosa no terminó del todo bien.
Si bien me he declarado en numerosas oportunidades poco afecto a identificarme con los hijos que culpan de todo a los padres y de ponerme en la mayoría de los casos del lado de los padres, en este caso y en este tema no puedo menos que solidarizarme con el MULTIjoven, aunque la finalización de la conversación haya sido poco feliz.

Doy por descontado que ninguno ha quedado satisfecho ni con el reclamo, ni con las posiciones, ni con los acuerdos, ni con el final.
En ambas situaciones se ponen de manifiesto sentimientos muy puros, genuinos, con los que uno puede identificarse y en ambos casos los finales son absolutamente frustrantes.
En una situación volver con la sensación que el hermano no será atendido, cuidado, contenido con la responsabilidad y necesidad que corresponde, lo cual augura un final poco feliz, que quizás si ella pudiera estar presente podría modificarlo o por lo menos intentarlo brindando contención práctica y emocional que pareciera que no le sobra demasiado.
En el otro caso, casi las mismas palabras podrían definirlo.
Es increíble cómo nos ilusionamos con que el prójimo piense, sienta y viva como nosotros, que nuestros recuerdos y nuestros proyectos tengan el mismo valor para los demás y como eso no es así nos duele, nos bajonea, nos deprime, nos angustia y es muy poco lo que podemos hacer.
La vida es un poco así, algunos somos de una manera y otros son de otra y tenemos que acostumbrarnos a que esto es así y seguir haciendo el bien todo lo que podamos sin esperar ningún tipo de devolución, dar rienda suelta a nuestras emociones, mantener nuestra esencia.
Cuando una de mis sobrinas tuvo un accidente de tránsito que quedó muy mal, hasta que no se recupero totalmente yo no pasé un día sin comunicarme con ella, con mi cuñada o con mi hermano (ellos viven en Chile), cuando les comenté que me habían diagnosticado cáncer me llamaron el 1° día y nunca más, allá ellos, yo hubiera actuado diferente pero yo soy yo y ellos son ellos y si hasta hoy (sólo hasta hoy) he podido llevar a este compañero de ruta en mi riñón sin indignarme, entristecerme, abatirme, deprimirme y todas esas cosas que a uno lo tiran por el suelo, como no voy a aguantar sin hacerme problemas que otros sean distintos que yo.
Una de la cosas más importantes de la empresa donde trabajo es lo denominado canje, eso significa que alguien haga un trabajo y a cambio se quede con un departamento que se le va a entregar en un par de años.
Eso no es demasiado sencillo de conseguir, porque implica que el contratista tiene que hacer una inversión muy importante de su propio bolsillo y no son tiempos en los que la gente quiera encarar este tipo de negocios.
Estando a punto de contratar los vidrios para la fachada de un edificio (se llama curtain Wall) por u$s 508.000 (medio palo verde) conseguí que la mitad no la tuviera que poner la empresa y entregará un papel donde dice que en un par de años se le dará un departamento.
No era para aplauso, medalla, beso y poster a todo color pero más o menos. Ni las gracias me dieron, ni una palmada, ni un muy bien (aclaración yo dirijo obras, no soy vendedor) y dije: Que Dios los ayude.
MULTIamiga, si otra vez podes subir a un avión y bajarte en Toronto hacelo, sino te aprovechan, serán ellos quien se lo pierdan.
MULTIamigo, si hay otra cosa que crees que distinta puede ser mejor, no dejes de decirlo, quizas no sea el momento indicado, no uses las formas adecuadas o aún peor, quizás no tengas razón, pero no te quedes con las ganas.