RAZÓN  DE  SER

SEPT / 2022

Realmente como cuesta vivir un poco equilibrado en una sociedad absolutamente desquiciada, donde los valores se han subvertido hasta extremos inimaginables.

Donde nadie cree en nada y razones no faltan, donde la palabra de hoy es reemplazada por la de mañana sin que nadie se ponga colorado.

Donde la dirigencia en su conjunto, política, sindical, deportiva, empresaria, religiosa, periodística está con un descrédito difícilmente remontable y en medio de ese aquelarre quedamos atrapados y somos unos valientes que esperamos que haciendo terapia saldremos adelante y también nos asimos de la virtualidad de las MULTIs, donde descubrimos que no somos los únicos que tenemos algún cortocircuito.

Y descubrimos que una parte de nuestros problemas los heredamos de nuestros padres, que los heredaron de los suyos y así hasta Adán y Eva y que nosotros los transmitimos a nuestros hijos y ellos a los suyos, en una suerte de calesita que para nunca. (Aunque sea una mejor decir: que no para nunca, pero es una contradicción en sí misma)

Entonces somos lo que somos y encima vivimos en una Sociedad que colabora bastante en que no sea sencillo romper el círculo vicioso de la repetición de errores.

La ex ministra de Seguridad de Nación, Sabina Frederic, se vio envuelta en una polémica luego que señalase que "Suiza es más tranquilo, pero más aburrido" para referirse a quienes quieren dejar el país debido a los hechos de inseguridad. 

Cómo no vamos a vivir con miedo si en cada esquina hay un asalto, desde un coche importado hasta la mochila de un chico de primaria o la bolsa de las compras de una dulce abuelita, todo es presa sabrosa para el robo y eso seguro que nos está afectando.

Cómo no vamos vivir confundidos si cada día somos invitados de lujo a vivir en el escepticismo, ese que nos lleva a descreer de todo cuanto se dice.

No es cuestión de analizar la vida a través de un cristal político partidario, es simplemente reconocer que, si a la carga que traemos le agregamos la de la situación actual cómo no vamos a vivir abatidos, como no vamos a ser intolerantes, como podemos pretender que nuestros hijos sean lo que nosotros hemos soñado que fueran, si entre ese tiempo de la ilusión y el presente hay un abismo.

Entonces los problemas que tenemos de origen y que algunos transmitimos los socializamos a nuestro entorno y nos agrupamos con otros que están igual o peor que nosotros (o al menos eso pensamos) o nos quejamos de las actitudes de algunos hermanos que simplemente hacen "la suya" y nosotros repetimos el cuadro.

La MULTI es un cable a tierra, es ver durante rato un universo de conflictos irresueltos con los que algunos conviven bien y otros no tanto, quienes asumen las circunstancias y otros que son negadores seriales, los que intentan cambiar a su pequeño mundo y los que culpan al mundo de todos sus males. La MULTI es espejo donde podemos mirarnos o simplemente apagar la luz y hacer desaparecer la imagen, pero está ahí, igual que nosotros.

Para algunos la virtualidad le quitó mucho a la MULTI, es posible, pero es lo que hay y quien pueda adaptarse la aprovechará y quien no se la perderá, que podría o debería ser distinta en algunos aspectos, seguro que sí, pero hacer una a la medida de cada uno tampoco es posible así que no quedan alternativas, es lo mejor que se puede hacer con lo que se puede hacer.

Gracias a la virtualidad he tenido la posibilidad de conocer a María Silvia (Miami) a Ximena (Uruguaya en Alemania) a Greta en Italia, entre otros y de ver a Manuelita (de paseo por Canadá) y a Gastón (disfrutando de Dinamarca)

Las relaciones intrafamiliares ocupan un lugar destacado en los testimonios que se van dando y las dificultades para su resolución parecen ser moneda corriente ya sea entre padres e hijos y entre hermanos, pero la MULTI en su conjunto no te juzga, a lo sumo te cuenta cómo lo afectó a otro problemas similares a la situación de cada uno.

La MULTI no tiene recetas mágicas, ni es como un medicamento que tomándolo un par de días nos sacará la tos, simplemente es una invitación para incorporarte a un mundo lleno de situaciones, de alegrías y dolores que pueden ayudarte a encontrar caminos para resolver tus propios conflictos, viendo simplemente como lo hicieron otros y eso no es poco.

La MULTI no crea obligaciones, ofrece la posibilidad y está en cada uno aportar palabras, silencios respetuosos, interrupciones molestas y hasta impertinentes o cualquier otro sentimiento, pero indudablemente no llega a nuestras vidas de casualidad ni pasa sin dejar huellas.

En mi caso particular he dejado de participar en el chat, por cuestiones absolutamente personales no me quedo a los Ateneos, salvo casos muy especiales, prefiero escuchar con la mayor atención y concentración posible, mirar las caras y luego reflexionar con el teclado como único compañero de viaje.

No me gustan los insultos ni las humillaciones, las interrupciones sistemáticas, ni los testimonios eternos, pero todo lo acepto como parte del pack, a la Multi no voy a divertirme, para eso miro una película cómica.

Si la "razón de ser" de las MULTIs fuera simplemente una excusa para haber conocido tanta gente maravillosa, eso solo justificaría a su existencia.