Permitido llorar
PERMITIDO LLORAR

Feb/ Marzo 2022
Con el comienzo de una nueva oportunidad laboral, en una posición aparentemente muy interesante surgida una búsqueda hecha casi "exactamente" a mi medida, ya que nunca fue publicada con lo cual los candidatos éramos menos de los habituales 400/ 500, tenía requisitos fácilmente cumplibles: ser Arquitecto (nunca pisé la facultad de Arquitectura) ser menor de 45 años, eso lo fui hace 21 años atrás y "preferentemente" profesar la religión judía y yo soy católico activo, por esta nueva ocupación debí dejar "inicialmente" de participar de las MULTIs de los viernes y quedarme con media dosis de energía yendo solamente a la de los Miércoles, entre una cosa y la otra no tuve mucha imaginación narrativa.
Explicadas mis ausencias, físicas y posteadoras paso a compartir mi última semana, de tanque lleno, ya que de un modo un tanto ilegal participé de ambas MULTIs.
El miercoles 30 una de las chicas se explayó y nos regaló las angustias terribles que la habían acompañado en una época de su vida, su dolor al ver sufrir a su familia por su estado, el llanto de su madre y su decisión, afortunadamente no concretada de dejar este mundo, pensando que a su desaparición física le seguiría sin solución de continuidad la desaparición de sufrimiento de sus seres queridos, situación que obviamente nunca se produjo.
Pudo levantar, salir de su estado gracias a la ayuda terapéutica y hoy seguramente es una madre feliz de cuatro hijos, una mujer valiente, aguerrida que nos regaló un potente mensaje de esperanza, de sanidad, de superación, de demostración que aún de situaciones límites se puede salir adelante, si se da la conjunción de encontrar a un profesional adecuado, empático y capacitado y uno dispone de la fuerza de voluntad, algo que tiene poco que ver con la decisión personal y mucho con las virtualidades sanas que aún en condiciones poco favorables somos capaces de sacar a flote.
Pudo contar todo con una madurez sorprendente, con emoción pero sin dramatizar, hasta creo que le hizo bien compartirlo ya que quizas hasta se sacó un peso de encima. Chapeau la chica.
Entre las muchas cosas asombrosas que comentó, su imposibilidad de llorar ni siquiera ante el llanto de su madre marcó un hito en mi noche y entre otras manifestaciones dijo que la MULTI servía para desnudarse emocionalmente, donde uno podía hablar con confianza y apertura, porque había muchos dispuestos a escuchar y no solo a oír.
Una puesta en común riquísima en su contenido y en su mensaje que a casi nadie debería haberle pasado desapercibida.
Cuando terminó de regalarnos un pedacito de su vida, de sus vivencias más reservadas, de esas que uno no va por la vida contándosela a todo el mundo, recordé las palabras que desde mi 1° MULTI escucho y es la frase que queda flotando en el ambiente dicha por el Coordinador, sea quien sea y es simplemente Ahora vamos ver que como ha resonado esto en el resto.

A pesar de esta consigna tan clara, es necesario destacar muchas veces algunos parece que no han entendido y arrancan con sus vivencias, quizás suponiendo sus vivencias tienen más importancia que el agua en la navegación.
En mi caso, tengo el raro y mágico privilegio que cada MULTI me deja plantada una semilla que a los días germina y ve la luz y muchas veces la plasmo en esta web y pocas veces participo sin que lo que escuchado haya empezado a crecer en lo más profundo de mi corazón.
Pero esta vez fue distinto, en forma casi inmediata levanté la mano, tenía algo para compartir, algo que las palabra de la chica me había traído al recuerdo, me habían resonado, me habían movilizado y es mi imposibilidad no sólo de llorar sino angustiarme con la falta de mi madre, a pesar de haber tenido una excelente relación, de no tener malos recuerdos de mi niñez y de haberla acompañado los últimos 20 años de su vida, con lo cual mi terapeuta (que es realmente de lujo) me ha dicho que puede ser cuestión de tiempo, que tengo mis sentimientos galvanizados, pero lo cierto es que no la he recordado especialmente ni para sus fechas, ni para las fiestas, ni me emocionado en mis poco frecuentes visitas al cementerio donde descansan sus cenizas, junto a las de mi padre.
Me angustia de sobremanera no angustiarme ni llorar por ella, como si no tuviera sentimientos o quizas porque soy de una generación donde el mensaje que "Los hombres no lloran" calaba hondo al menos en mi corazón, sobre este tema luego volveré.
El otro tema que me llegó profundo fue que la MULTI era un lugar para desnudarse, para exhibir sin miedos ni vergüenzas nuestras mayores intimidades y eso es lo que a mí me pasa, me siento que puedo ser yo mismo sin necesidad de simulaciones, que puedo ser siempre persona y no un personaje, que puedo ser el mismo hablando o chateando, me siento que puedo rehuir a un debate estéril, que puedo decir NO, que puedo poner límites, que puedo contar todo lo que me pasa y lo que no pasa, pero como magistralmente agregó Shirley: que también es para un desnudarse hasta cada uno quiere, que hay cosas que se tiene reservadas y que por las causas que sean no forman parte de lo que se quiere compartir.
La MULTI me regaló otra resonancia cuando el erudito y siempre oportuno Dr. Garfinkel preguntó ¿Viste llorar a tus padres alguna vez? No me preguntó a mí, pero me apropié de la pregunta
Joder, que genialidad, me llego al corazón, me quedó resonando como un eco eterno y mi respuesta fue que sí, muy pocas veces, los vi llorar a mi padre: cuando murió su madre y a mi madre cuando murió mi padre, aunque no descarto que muchas veces hayan llorado. Quizás por mi temprano casamiento, por mi separación, por mi distanciamiento con mis hermanos (hecho hoy superado)
Pero había llegado el turno de preguntarme si recordaba si había llorado y no tuve que hacer muchos esfuerzos, no fue con las muertes de mis seres más queridos,

Pude llorar emocionándome al hablar de mi padre, al irme de mi casa cuando me despedí de mis hijas de mi primer matrimonio, cuando mi hija menor me dijo "que lástima papá que te tengas que ir", cuando hablo de lo que fue luego mi relación con ellas tres, viviendo por sus propias decisiones todas conmigo, cuando mi segunda esposa harta de mi relación con mis hijas un día decidió marcharse (a los dos años volvimos a vivir todos juntos) cuando me reencontré con mi hija de mi segundo matrimonio luego de mi partida a España y los eternos 4 meses sin verla, y seguramente en otras oportunidades.
Querido Gregorio, a veces yo también he llorado.
Y llegó el viernes de MULTI, sin jefes, con compañeros tóxicos lejos y la opción era me pongo a preparar el informe que debo tener listo para el Lunes o me conecto al Zoom, me acoplo a la MULTI y el fin de semana termino el trabajo. La decisión fue muy sencilla.
Toda la MULTI y Ateneo sin micrófono ni cámara, pero con una escucha atenta fue mi tarde de viernes, una Coordinación genial, como a mí me gusta, encarrilando los comentarios, nada de ir por la banquina, nada de hablar por hablar ni hablar para sí mismo, un defecto que algunas veces nos suele suceder, pareciera que la consiga no se termina de entender, la MULTI es la MULTI, el Ateneo es el Ateneo y si de lo expuesto algo nos llega, nos resuena, es importante aportarlo, salvo que uno tenga algo muy importante que le haya sucedido o le esté sucediendo y tenga necesidad de exponerlo con urgencia, sino se vuelve un libro de poesías, donde cada página (testimonio) no guarda ninguna relación con el o los anteriores.
Ese orden genera que los testimonios tengan una duración más limitada y abra la posibilidad de expresión a otros, a quienes les cuesta más contar sus resonancias o vivencias, porque a veces el tiempo se acapara con temas repetitivos o de escasa trascendencia, soslayando la situación que estos encuentros son de muchos y para muchos y no sesiones individuales de terapia.
Esta semana el aporte del Equipo en su totalidad fue sensacional, histórico, el nada simple hecho de poner límites y sacar el micrófono no es sencillo hacerlo sin generar malestar, estar atentísima a todo lo que se dice y se escribe en el chat y entrar y salir de los juegos marcando límites precisos es una virtud inigualable, marcar el límite muy preciso de hasta donde desnudar los sentimientos, ya que hay cosas que forman parte de la más exclusiva intimidad, de esa zona reservada para circunstancia muy especiales me pareció sensacional y me trajo al recuerdo una frase muy usual que aprendí en España, ese lugar al que alguna vez deberé ir a buscar mi alma y juntarla con mi cuerpo cuando se decía "Hasta ahí, podíamos llegar" y ni que hablar de la breve pero tan profunda como habitual magistral intervención que sembró al voleo una pregunta y un compromiso de volver a tratar el tema del llanto.
A los que hicieron la MULTI, coordinando, participando o simplemente escuchando con respetuosa atención sólo una palabra desde lo más profundo de mi ser: GRACIAS.