DE TODO COMO EN BOTICA
Marzo / 2022
Pasaron los carnavales y no vi un solo niño disfrazado, ni corsos, ni clubes organizando "8 grandes bailes, 8", no hay ambiente al menos en la ciudad de Buenos Aires, ex cuna de la clase media, lo que falta llegar del COVID, la inflación, la inseguridad, la falta de trabajo, el acuerdo con el FMI sin ajustes pero con aumentos de todo y Putin invadiendo un país democrático, es realmente difícil que algo de todo esto no nos tensione, salvo que nos pasemos el día mirando a Los Simpson y quienes acuden a la MULTI no son de otro planeta y con sus más y con sus menos a todos nos va afectando y, como sin darnos cuenta, entramos en la vorágine de este mundo loco aunque no miremos un solo noticiero.
La MULTI del 1° miercoles de Marzo fue un compendio desordenado de padeceres que comenzó con una ansiedad terrible por comunicar que una nueva mascota había llegado a la vida de una persona, un hecho bastante normalito convertido en un acto épico como la llegada del hombre a la Luna, podríamos preguntarnos si era para tanto y la respuesta que creo oportuna es que si casi solamente para quien logró esa compañía, aunque para el resto suene a algo de escaso valor.
Siguiendo, otro expositor narró que dicha perrita era absolutamente socializable, que se dejaba querer, que parecería entender los códigos caninos a diferencia de la anterior que se peleaba con todo perro que se le acercaba, algo que asumió con cierta correlatividad con sus conductas de muy niño que al ingresar en la primaria se llamó a sosiego.
También se manifestó como admirador de las conductas de la nueva mascota, ya que en este momento no encuentra ningun ámbito donde poder hacerse de amigos, a diferencia de la perrita que se lleva bien con todos y a continuación llegó el aporte de otra persona de la misma generación, que luego de un bajón tremendo que llegó hasta la internación hoy, por lo que cuenta, está casi plenamente recuperado y que es capaz de socializar en cualquier lugar que se encuentre y le resulta natural y sencillo revincularse con amigos del pasado y hasta con amigos de sus amigos y no dejó de sorprenderse cuando el primero le dijo que no tenía ningún amigo.
También participó otra persona con un cuadro depresivo profundo, que luego de haber invitado a unos familiares a pasar unos días a su casa, consideraba que había sido error porque en el estado que estaba no le resultaba sencillo siquiera atenderse a ella misma, al extremo que pidió que los llevaran a otro sitio.
También dejó su mensaje en el chat quien en la anterior oportunidad se había quejado porque su tema no había sido tomado como disparador para ver los pensamientos de todos los presentes y que había recibido una sugerencia de uno de los coordinadores que lo invitaba a preguntarse qué le sucedía a él cuando su tema no había dado origen a nuevos comentarios, pero sobre ese tema que quedó flotando sin respuesta.
Luego debí retirarme ya que desde que volví a trabajar y mi esposa se ha instalado en casa de mi suegra que tiene miedo de estar sola mis obligaciones han cambiado y mucho, incluyendo la realización de actividades en la casa que antes no realizaba.
Después me llegó el turno de hacer el ejercicio de recoger las resonancias que me habían decantado y pude verme reflejado en varias situaciones de las planteadas, la ansiedad por contar la llegada de la nueva mascota se parece mucho a la ansiedad que he sentido en estos días iniciales en el trabajo, donde he sentido la incomodidad de las carencias con las que me he encontrado y no aguanté mucho hasta que las comenté, cada cosa que pedí me fue aprobada y ahora falta materializarlo.
Mientras que escribo estas líneas me pregunto si hasta ahora había funcionado sin nada de lo que pedí porque no me pude contener y dejar que todo siguiera como estaba, que se esconde detrás de tanta ansiedad en poner la casa en orden o simplemente de mostrarme como que soy capaz de descubrir las carencias y corregir los procederes, quizá sea la necesidad del reconocimiento temprano, de sobresalir.
Egolatría en estado puro o estupidez más peligrosa que un tanque de Polonio 210, tema para tratar en mi terapia.
La recuperación maravillosa con posibilidades de socialización a cada instante es la otra cara de la moneda, la del miedo al rechazo, y mis inseguridades se acercan mucho más a la intolerancia al fracaso que al caer simpático, divertido e inteligente ante todo el mundo, aunque en esta oportunidad desde el 1° día tuve relaciones, conversaciones, intercambio con todos, algo en otras oportunidades me ha costado meses lograrlo, todo esto sin dejar de reconocer que no soy un billete de 500 € que a todo el mundo le gusta.
Por mis características personales, no hay vez ni ámbito en el cual no sea rechazado al inicio de la relación, situación que cambia abruptamente una vez que venzo mi timidez, mi miedo al ridículo y me animo a hablar, a opinar aunque sólo lo haga en forma comprometida sobre aquellos temas que creo estar bien fundamentado.
Jamás tendré una discusión sobre algo que no esté seguro de dominar y aunque sé que es un error porque nadie me pide ser perfecto es algo que me auto impongo y tal como aparentemente dijo Mark Twain: Es mejor estar callado y parecer tonto que abrir la boca y disipar dudas.
Dejé casi para el final el estado de depresión, algo que conozco de lejos, mi madre lo padecía y algunas veces con una intensidad tal que la inhibía de realizar las cosas más básicas.
Yo no he llegado a ese extremo de no poder levantarme de la cama, pero son muchas las cosas que me pegan duro, mi incapacidad de poner freno a tiempo provoca que el límite, la explosión y el tirar el mantel y hacer que los platos vuelen por el aire sean casi un hecho sin solución de continuidad, obviamente luego pago las consecuencias.
Tengo mucho que aprender, que modificar, no para acercarme a la perfección sino para poder disfrutar de lo disfrutable, para no hacerme problema por suposiciones, para no abatirme por cosas que al final nunca pasaron ni pasarán y para evitar llegar a extremos de los cuales es muy difícil retornar.
Obviaré el reclamo de no sentirme el ombligo del mundo, algo que para algunos es traumático, aunque debo reconocer que algunas veces me pasa y hasta supongo que si los demás piensan distinto será su problema, no el mío.
La Multi me genera algunas emociones inmediatas, quizas porque subir una escalera y comer un caramelo al mismo tiempo sea demasiado para mí, necesito reflexionar, digerir, asimilar y pensar seriamente como me llega cada testimonio, como me hace reflexionar y que posibilidad dispongo para generar algún cambio que me permita tener un presente cada día más feliz.
El pasado no lo puedo modificar pero algo del futuro depende y mucho de cómo me pare ante cada situación y por eso la Multi me parece fantástica y absolutamente recomendable, me ayuda a pensar y hasta a comprometerme a hacer las cosas distintas para que los resultados sean diferentes.