EL MUNDIAL Y EL FUTURO.

DIC / 2022
En una MULTI cualquiera, uno puede pedir la palabra y hablar de lo que lo afecta, lo que le preocupa, le duele o le quita el sueño y esas sensaciones puedan estar dadas por una infinidad de razones y es de suponer que lo importante ha de ser cuanto a uno lo afecta más allá de la causa en sí misma y si es universal o sólo le pasa uno.
El tema del Campeonato Mundial de Futbol debo reconocer que me ha afectado y mucho, no por el Mundial en sí mismo sino por todo lo que se desprende de él, me hizo pensar en el escaso futuro que les aguarda a mis hijas en esta la tierra de los tricampeones, en esta que es mi tierra y la suya.
Antes de empezar cuestionábamos al técnico por su inexperiencia, como si los que hubieran estado antes con sus cucardas y pergaminos nos hubieran regalado la felicidad plena, baste recordar que hacía casi 4 décadas que no nos traíamos la Copa. Negar sistemáticamente la realidad, descalificar sin piedad, plantear solapadamente la división entre los unos y los otros, buscar o inventar un enemigo por las dudas, miedo a innovar, todos signos de la época.
Hasta no hace mucho se lo cuestionaba a Messi por ser un "pecho frío" y cuando se perdió el 1° partido encontramos a un culpable, no fueron nuestros jugadores sino Macri que estaba presente por sus funciones en la FIFA y era un "mufa" y para otros porque manejaba el VAR y había perjudicado ex profeso a Argentina porque quería su fracaso. Buscar culpables, poner la culpa siempre en cabeza de otros, no asumir responsabilidades. Fanatizarse al extremo de la propia estupidez.
La televisión pública compró los derechos para la emisión de casi todos los partidos (con la plata nuestra) y se pasó haciendo propagando gubernamental, en una remake de Futbol para Todos. Pura negación de la realidad, un país con el 100% de inflación y el 40% de pobres que supone que el humor social puede cambiar por un flyer, por más repetido que no cambia la angustia de pagar al día siguiente $ 600 el kilo de manzanas, otra vez la subestimación al otro, otra vez el intrusismo intelectual, otra vez el tomar por imberbes a una Sociedad Plena.
El presidente de Francia invitó al nuestro a ver el partido final, algo tan usual como las tostadas con manteca y aconsejado por sabe Dios quien, no fue porque el país no está en condiciones de sufragar esos gastos y por no se querría vincular una siempre posible derrota a su presencia, superchería en grado sumo. Otra muestra de simulación, de jueguito para la tribuna, que el país no esté en su momento no es novedad, pero en vez de ahorrar en el viaje, porque no le reclamamos al proveedor-país que le pagamos por adelantado vacunas que nunca llegaron, o le sacamos los planes a los cientos de miles que "aparentemente" no merecen tenerlos, simple porque las prioridades no parecen ser un motivo serio de preocupación, inmediatismo puro, con lo cual que nos puede sorprender el terrible esfuerzo por sacarse una foto con Messi, con si el afecto, el reconocimiento a la calidad, a la simpleza, a la corrección, a la caballerosidad y hasta el agradecimiento que se siente por unos se trasladara sin fisuras al otro. Infantilismo que asusta.
El equipo formado por jugadores nacidos en Argentina y con la camiseta Argentina salieron campeones por sus propios méritos y de ese éxito, fruto del trabajo, del esfuerzo, de las ganas que pusieron se le quisieron colgar todos y todos se fueron cayendo solos por su propia incapacidad, esa misma que se puso de manifiesto en la falta de organización para organizar una caravana, que seguramente hubiera fracasado por la cantidad de gente que acudió, pero que fue un desastre en toda regla, nadie previó los puentes llenos de gente, ni los cables, ni los posibles desbordes, somos un país sin mañana, todo a prisa, todo atolondrado y sin evaluación, hoy cerramos la importación de tripa y mañana no comemos salamines.

La planificación, el pensamiento más allá de donde llega la conveniencia no forma parte de la idiosincrasia de nuestra clase dirigente, esa misma que nos ha arruinado el presente y que ni siquiera nos promete un futuro, o al menos real, aquí no se puede hablar de sangre, sudor y lágrimas, porque bastante sangre ya ha corrido, mucho hemos sudado con veranos sin luz y porque hemos llorado viendo como nuestros hijos se van o hablan de irse porque no ven posibilidades de futuro y lo más grave, es que tienen razón.
Todo esto sin contar el lumpenaje que se cargó las ruedas de los coches estacionados en Ezeiza, ni de los que vandalizaron el Obelisco, ni de los que califican a los jugadores que no quisieron ser usados como DES-CLA-ZA-DOS, ni de quienes permiten ingresar en el cariño de la gente a Messi porque dijo BOBO, en una aberrante comparación con el Diego, faltándole el respeto al hombre quizas más valorado en este momento que vive el país y al propio ídolo muerto, a Don Diego y a la Tota.
Este es el país en el que nos toca vivir y seguir viviendo, es este el que le podemos ofrecer a nuestros hijos, y ante este cuadro como no vamos a llorar pero comprendiendo que el futuro y nuestro querido país tiene sólo futuro en los discursos, cuando no se crece por años, cuando no se para de caer habrá que hacer cosas que los afectados ya anticipan que no las permitirán, ¿Habrá fuerza capaz de cortar este círculo vicioso?
¿El próximo gobierno, sea del color que sea podrá ser capaz de efectuar las Reformas Laboral, Previsional, Impositiva, Penal, etc., sin que haya paros, movilizaciones, piquetes, acampes y lluvia de piedras y adoquines? ¿Será posible soñar con un futuro digno en donde la Seguridad Jurídica es apenas una conjunción de dos palabras?
Pues si nada cambia, porque suponer que el futuro podrá ser distinto, seamos adultos, nadie en su sano juicio lo puede sostener y nuestros hijos seguirán viendo que la única salida pasa por Ezeiza y si no se suben al primer avión será únicamente porque no pueden.
Con el beneficio que me da casi la inimputabilidad de transitar la vejentud no me animo a querer comerme el amague, ni halcones ni palomas ni salvadores de la patria, ni reserva moral de la Nación, ante la pregunta ¿Será posible cambiar y tomar el rumbo que nos inserte en el mundo desarrollado? Mi voto, como el de Julio Cobos en la 125, no es positivo.
Que se niegue el mérito, que el colarse en la fila no esté mal, que la Justicia funcione o no funcione según que sus fallos convengan o no, que no se contaran los pobres porque era estigmatizante, que nos contaran que teníamos menos pobres que en Alemania, por citar sólo algunos ejemplos me escandaliza sólo de recordarlo, que los médicos residentes de PAMI ganen menos que una telefonista me produce urticaria, que se impulse la desobediencia a los dictámenes de la Corte Suprema me asusta, que tenga que seguir trabajando porque con la jubilación no llegaría ni a ser pobre, tal como le pasa a millones de personas que viven de la caridad de los hijos o son sometidos a marchas, piquetes y acampes para asegurarse un plato de polenta en una olla popular, ver esta realidad que nos rodea me duele, me asusta, me genera impotencia y ansiedad y el presentir que el futuro será aún peor me quita una parte grande de mi reserva de esperanza y realmente esta situación se da de bruces con la paz, no me permite disfrutar, me saca las ganas de sonreír y me pregunto con insistencia ¿Qué habremos hecho para merecer esto?
Por todo esto hago terapia, Por todo esto me aferro a la MULTI, por todo esto, hoy mis mejores amigos son de la MULTI, que aunque algunos piensen lo contrario lo discutimos con respeto, ese mismo que no tienen por nosotros.
El triunfo de Argentina en el Mundial ha sido un verdadero disruptivo, un revulsivo de efectos adversos que me ha confirmado lo que ya venía pensando desde mucho tiempo sobre el futuro del pais, que no sería tan grave si fuera sólo materia de estudio, el problema es que somos primeros actores de esta ópera con final cerrado, lamentable y absolutamente previsible.

