Cosechando la salud

COSECHANDO PARA TODA LA TRAMA

Cosechando.
Cosechando.

SEPT/ 2023

Según me comentó en 2017 mi psiquiatra, la terapia con él resultaba insuficiente para mi progreso psicológico. Tras una década y monedas, mi fiel intérprete de mi subconsciente y yo estábamos necesitando una mano en nuestra tarea: convendría probar con algo distinto a las sesiones individuales. O eso era lo que él me sugería al menos.

Primero, me trajo una larga lista de grupos en el hospital Pirovano a los cuales yo podría unirme potencialmente. Pero, habiéndolo considerado un tiempo, abandoné esa idea sintiendo apatía para con aquellos grupos.

Después de eso, él me propuso asistir a una terapia para mi totalmente desconocida: la terapia MULTI familiar. Y tenía que asistir con mis padres.

Sin entender mucho de la situación, confié en la sugerencia y comenzamos los tres a asistir a las reuniones, en ese entonces presencial y siempre en el Sanatorio Méndez.

Durante la primera reunión, el coordinador propuso que yo hablase.

Supongo que fue porque yo era un tipo más o menos de la edad del muchacho que relataba sus problemas aquel día, tomando la totalidad de la sesión, si mal no recuerdo. Avergonzado tan sólo por la propuesta, rechacé la oferta de hablar.

Y así siguieron las reuniones y de a poco me fui entusiasmando más y más con las historias de vida que escuché en el salón del Méndez, algunas desgarradoras como nunca lo hubiera imaginado.

Gente de distintos niveles sociales cargando con diversos niveles de problemáticas, algunos hasta con historias que llegaban a parecer un martirio en vida.

Y entre todo eso llegó el día de un cambio fundamental. El Coordinador astutamente aprovechó el relato de una compañera para preguntarme por un tema que sale cada tanto en las MULTIs (el personaje).

Y ahí, casi sin darme cuenta, rompí el hielo al aceptar sostener por primera vez aquel micrófono que pasaba de mano en mano y finalmente hablar yo, opinando acerca de aquello.

A nivel individual, simplificando mucho, esos tres años presenciales en el Méndez los resumiría como yo reclamándole a mi padre por sus falencias .Y en él escuchando lo que podía y yo aceptando ese trato.

Ah y en el medio de aquello, de alguna forma superé el espantoso miedo al derrumbe.

Para mí el miedo al derrumbe era una sensación de terror, sentía primero que caía y después que enloquecería en cualquier momento, cosa que nunca pasaba, pero el miedo persistía.

Una sensación realmente extraña que supongo que en general sólo los profesionales de la salud mental deben entender bien. Después conocí que fue Winnicott quien se encargó de definir esta cuestión del miedo al derrumbe.

Esas cosas fueron sanadoras a su manera, pero también lo fue el encontrarme con otros en situaciones similares, o no, y compartir un espacio muy particular.

Una terapia en la cual la familia se expande para incluir a otras. Algo de lo que yo no tenía conciencia en aquel entonces, pero que me estaba haciendo muy bien.


Familia feliz (y sana)
Familia feliz (y sana)

Es abrir una ventana y dejar salir el viciado aire familiar y al mismo tiempo dejar entrar las brisas frescas de otras familias.

Creo que eso es lo más valioso: encontrarse con otras miradas, con gente que te ayuda y con quienes la ayuda es recíproca; profesionales que te guían y que guían al grupo sabia y sanamente.

Entendí que la ayuda que yo necesitaba la obtuve y la obtengo en el contexto de una familia extendida y acompañado por mis padres (sin dudas un plus enorme).

Todo este tiempo mantuve la terapia individual, pero asistir a la MULTI resultó ser un punto de inflexión fundamental para mí.

Y los beneficios se multiplicaron: no sólo yo me vi favorecido, sino que mis padres también recibieron la ayuda que necesitaban sin siquiera pedirla.

Sobre todo mi padre, quien cambió mucho y logró ser mucho menos cabeza dura.

Y otro beneficio reciente fue que mi tía materna se sumara en 2021 y si bien no participa con la misma constancia que nosotros, veo y noto en el día a día los avances obtenidos a partir de su asistencia.

Beneficios para ella y para toda la familia.

La tía, no muy amiga de lo psicológico al igual que mi padre, se sumó por una sabia recomendación de los Coordinadores. ¿Y por qué no vamos a sumar de ser posible?

En este mundo a menudo atomizante, individualista en exceso y egoísta; me llena de alegría que el destino me haya llevado a formar parte de una comunidad en la cual nos ayudamos entre todos.

Todos participamos con objetivos en común: sanar traumas, curarnos o simplemente estar mejor.

Así, junto a mi familia y otras, vamos avanzando cada uno con su propio proceso terapéutico.

Vamos entendiendo que somos parte de una trama familiar. Algo más grande que nosotros y que nuestros padres.

Vamos comprendiendo lo complejo que son los problemas que indefectiblemente todos tenemos.

Vamos dándonos cuenta que, en la MULTI, seas quien seas, siempre hay algo para cada uno.

Las reuniones son únicas como cada participante, y con cada una siento que queda tanto por decir. Por suerte siempre hay nuevas sesiones para seguirla.

Desde 2020, la MULTI del Méndez pasó a ser la Multi de Babelpsi y se trasladó al espacio virtual de la pantalla de nuestro dispositivo de elección.

En esta nueva etapa muchos dejaron de asistir y otros nuevos se sumaron. Pero todos los que participamos seguimos creciendo y aprendiendo. Y eso se traslada en mejorar nuestras relaciones interpersonales de todo tipo.

Y no es magia: es trabajo.

Y lo que vale la pena hacer ese trabajo (horas extra para los que asistimos a una terapia individual).

Pero son horas que con el pasar del tiempo aprendo a saborear cada vez más: es cosechar salud mental entre todos y para todos los involucrados que pasen por la reunión.

El autor de este Post es Pablo Ludueña, quien es uno de los pocos que ha sido capaz de acercar a la Multi a componentes de su familia de origen (Madre, Padre, Tía) y a decir por quienes lo conocen:  Los avances de Pablo son muy importantes y quizás una de las causas sea su apertura a la participación y el aporte de su familia como contención, formando un cóctel que sólo puede dar por respuesta el : yo me curo, nos curamos todos.

Para suscripciones: resonancias.personales@gmail.com
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