AMOR,  PERDÓN,  UBICUIDAD.

SEPT / 2022

Esta MULTI (del miércoles 28/09/22) fue tranquila, sin interrupciones , con aclaraciones muy precisas, con participaciones profesionales variadas y con varios casos paradigmáticos para tener muy en cuenta.

En un caso una muestra de amor, temple y paz, envuelto en una internación pos operatoria de envergadura y la otra marcando un alto compromiso con la participación, la solidaridad y la empatía.

Un MULTI amigo ha tenido que ser operado de algo comprometido y su compañera de casi toda la vida nos ha mantenido informados, haciendo una de las cosas más importantes que un ser humano puede hacer y es compartir vida.

Todo esto nos ha permitido estar acompañándolo a él y a sus hijos durante todo el tiempo y esa muestra de apertura fue un beneficio para todos, para ella porque se sintió acompañada y para nosotros porque vivimos cada paso a la distancia física pero muy cerca en los sentimientos.

Hasta aquí nada novedoso, casi cualquier esposa haría lo mismo, pero esta mujer ha dejado de serlo hace algún tiempo por causas que no hacen a este Post y ahora en la madurez y luego de un largo tiempo de acompañarlo a cuanto médico, análisis y estudio necesitara, ahora lo recibe en su casa y le brinda todo el amor, compañía y contención que necesita, más allá que la libreta de casamiento diga que ya no son marido y mujer.

El amor venció al desamor, el amor venció a la bronca y cuanto tiene que ver la terapia para dejar el pasado atrás y como enseña a mirar para adelante.

En otra intervención una chica (a mi edad todas son chicas) contaba que desde su juventud su madre ya le decía que participaba demasiado, que se metía demasiado y en la MULTI desde casi el primer momento y rompiendo las reglas participa muy activamente y no aburre con lo cual se da por tierra con eso del "síndrome de la figurita repetida" con el cual el resultado es obvio: no importa que la voz se repita, lo importante es que el mensaje sea útil, adecuado, oportuno, inteligente y no como algunas veces sucede que es de aplicación el "síndrome del disco rayado", repetir una y otra vez la misma película, ya sea para contar que era blanco el caballo blanco de San Martín o la presentación de la tesis en la especialización de la teoría del Dr. Cappotorto y de la Dra. Elsa Pitto.

Amor, perdón y ubicuidad tres condiciones que no siempre soy capaz de alimentar en mi propia vida.

Mi primer matrimonio no fue una demostración de amor, fui incapaz construir una relación satisfactoria y duradera, nunca pude entender como ayudé tanto a convertir una hermoso noviazgo en un pésimo matrimonio, donde todo era motivo de conflicto, mi incapacidad de poner límites jugó un rol preponderante y el divorcio fue el corolario de un desastre anunciado.

A pesar de ese fracasado rol, la vida me dio la oportunidad de resarcirme y me convirtió en un padre de conducta aceptable, ya que quedarme con tres hijas menores de edad y sobrevivir era una tarea que creí imposible y lo logré, hoy son adultas, profesionales y sobre todo: buenas personas.

Con el tema del perdón no anduve tan bien, me llevó muchos años de terapia entender y aceptar que el fracaso no era una maldición divina, sino que mucho había tenido que ver yo mismo y cuando volví a ver a mi ex, luego de muchos años, ese sentimiento de decapitación había dado paso a uno de mayor comprensión y tolerancia y con mucho esfuerzo de a poco voy entendiendo que tenemos hijos y una nieta en común, aunque mucha gracia no me causan sus solicitudes de amistad en las redes sociales en las que se mueve mi hija de mi 2° matrimonio, pero tampoco tengo demasiado apuro en aceptarlo.

También me resonó el don de ubicuidad de la otra chica, me hizo reflexionar de por qué no hablar, escribir o participar si es para decir algo inteligente, algo que sirva, aún cuando no sea políticamente correcto o no le guste a alguien, máxime cuando no somos un billete de 500 euros que a todo el mundo le gusta.

Yo me cuido mucho de hablar, sólo lo hago cuando estoy convencido que domino el tema y acumulo, hasta que en un momento exploto y ahí se me terminó el hablar pausado, el ser ceremonioso, flemático, eso de aguantar, tragar, absorber no es buen consejero, mi cuerpo lo sufre, pero no lo puedo evitar.

En esta sociedad donde muchos se creen altos, rubios y con ojos celestes asumirse como imperfecto, ser consciente de varios defectos, hacerse cargo de los errores es casi ingresar en la new age más progre que se puede aspirar.

Con unas cuantas sesiones más de análisis y otras tantas MULTIs quizas pueda encarrilarme y decir con una sonrisa lo que piense de un modo tan dulce y seductor que se le haga imposible a mi interlocutor no acceder al pedido.

Estas cosas que hoy apenas identifico quizas mañana pueda ser simplemente un recuerdo amargo del pasado. De lo que estoy seguro es que no será ni fácil ni gratis, pero tampoco tengo ningún mandato que impulse a cumplir como para que tenga esas expectativas.