ABRAZOS

AGOSTO / 2022
En esta MULTI el tema central que le fue dando forma, de manera
absolutamente espontánea fue el abrazo y estuvo presente en varias
intervenciones.
Muchos comentaron que el abrazo no había estado presente en sus vidas y con el tiempo descubrieron la importancia de esa gestualidad, como una manifestación de afecto superior y que salvo en determinadas situaciones no constituyen una habitualidad ni entre amigos, ni parientes, ni entre padres/madres con los hijos.
En el exterior por ejemplo en Canadá, aparentemente, tampoco tiene demasiada difusión ni costumbre, según nos comentó una Multi amiga, la de los ojos más hermosos de la MULTI, que allí son fríos como el clima y con sólo uno de sus familiares pudo fundirse en un abrazo, casualmente su sobrino preferido.
Según lo manifestado por diferentes participantes es notorio que para muchos su falta viene acompañada de cierta falta de empatía, de carencia de desarrollo sentimental y afectivo y eso luego lo han repetido con sus propios familiares, hijos incluidos.
En una oportunidad cercana una madre comentó que su hijo la abrazaba con una fuerza que la dañaba y ella trataba de explicarlo, ante la escasez de empatía general.
Parecería que la consigna sería abrazo con amor, todos los que quieras, con dolor: ninguno.
También fue motivo de diversas resonancias la presencia en el exterior de un asiduo participante a las MULTIs de Babelpsi, quien en la lejanía pudo tener como actitudes expresar sus pensamientos (aunque en realidad se trataba sólo de un chiste) en línea opuesta con el pensamiento de su anfitrión, que aceptó y de buen agrado su posición diferenciada, lo cual le permitió a nuestra amigo demostrarse a sí mismo que le resulta posible ser auténtico, aunque en este caso simplemente se tratara de un simulacro.
Luego la MULTI cambió la seriedad habitual por propuestas chistosas, que el viajero podría engancharse a una local y si la cosa iba bien que se radicara allí y si iba mal y llegaba a una situación embarazosa que se volviera y si te he visto, no me acuerdo.
Tampoco fue tomada con demasiada seriedad una propuesta muy interesante de una muy querida MULTI amiga, que hablaba de la posibilidad de armar algo con grupos de pacientes de otros países, algo que bien podría ser analizado con la importancia que una idea novedosa y muy interesante debería haber tenido.
Hasta aquí una versión muy desordenada, sesgada y reducida de lo tratado, ahora pasemos a la 2° parte, mi Resonancia, que lejos de ser opiniones esclarecidas es simplemente lo que a mí me dejó.
Inicialmente pensé que era un tema trivial y simplón, pero igualmente me quedó dando vueltas por la cabeza, me hizo recordar desde mi infancia hasta estos días y realmente llegué a la conclusión que mi primera impresión había sido totalmente equivocada y que los abrazos en mi vida habían sido verdaderos compañeros de ruta.
Mis padres me abrazaron con emoción cuando el 25 de Mayo de mí 7° grado fui abanderado, ¡que orgullosos que estaban! y cuando conocieron el resultado de mi examen de ingreso en el secundario otra vez lo mismo, en esos tiempos pintaba como un niño prometedor, el tiempo se encargó de acomodar los melones.
Cada domingo que íbamos con mi padre a la cancha, y con el tiempo con mis hermanos, cada vez que nuestro equipo hacía un gol todos nos abrazábamos, era un modo de decirnos: comparto mi alegría contigo.

Fui creciendo y cuando terminé el secundario y le entregué el diploma a mi madre también me abrazó con mucha emoción y mi padre que estaba un poco más lejos me guiñó un ojo como saludándome a la distancia y la lágrima que caía por su mejilla sonó como un abrazo.
Cuando en el 83 se conoció el escrutinio también nos abrazamos, habíamos hecho e invertido mucho tiempo, esfuerzo e ilusiones por el regreso a la democracia.
Al morir, muchos me abrazaron, pero nadie me dijo que yo, el mayor de los hijos, el que actuaba en política a su lado debía tomar la posta, afortunadamente nadie pretendió escribir mi futuro, como un mandato imperativo.
Cuando emigré a España, estuve 4 meses sin ver a mi 2° esposa, a mi 2° y 3° hija de mi matrimonio anterior y a mi pequeña de 2 años. Cuando me vió corrió a mi encuentro, me abrazó y recuerdo que me emocioné mucho y hasta lloré, creo que por última vez, hace ya casi 20 años de ese momento.
Diez años después de ese momento, al retornar al país me sucedió lo mismo con mi hija mayor y mi nieta, a quien aún no conocía.
El abrazo, como demostración elocuente del compartir, del fundirse en uno, estuvo presente a lo largo de mi vida y recién ahora me doy cuenta de lo importante que ha sido.
He naturalizado su existencia como algo habitual y al día de hoy es mi pequeña hija, que va camino a los 21 quien me abraza cada día y me hace sentir emociones y a partir de ahora también me hará sentir los goles Huracán, los festejos por el fin de la dictadura, el llevar la bandera con orgullo y tantos otros momentos que se coronaron con un abrazo sentido y emocionado.
Debo reconocer que no recuerdo haber recibido abrazos que por la fuerza o por quien me los haya brindado me hayan generado molestias.
No tengo recuerdos de mis años en el exterior que el abrazo haya sido una manifestación habitual entre amigos o parientes, con lo que sin cuestionar la importancia, la necesidad de recibirlos o efectuarlos pareciera que es algo un poco en desuso, quizás por este mecanismo de modernidad que es la virtualidad, que es hacer y hablar en forma abreviada, apurada y sin demasiadas demostraciones de afecto, que se ha cambiado el beso (o los besos como en España) por el saludo con el puño o con el codo.
Mis últimos abrazos fuertes, sentidos, emocionantes fueron al finalizar unas animadas charlas, café de por medio con Multiamigos en Clapton y en el Bonafide de Bertres.
Por otro lado, en varias circunstancias, cuando algunos cruzan el charco, asumen posiciones y actitudes que en su hábitat nunca harían, a veces nos volvemos educados y cumplidores de normas básicas de convivencias y en otras nos atrevemos a actuar de modos que en la zona de influencia nunca haríamos, tal el caso de un asistente a las MULTIs que está pasando unos días en el exterior y aún no ha podido establecer contacto con nadie más que con su anfitrión.
Otro caso paradigmático es el de los abrazos que, sin emitir un juicio de valor, nos molestan porque se dan con tanta intensidad y tanta fuerza que pareciera que más que una demostración de cariño se trata de otra cosa, de ganas de hacer daño concretamente y es lógico que ante estas situaciones uno manifieste la queja, en definitiva no es placentero, ni sano, ni reparador soportar lo que nos daña.
Esta MULTI demostró, por enésima vez, que las manifestaciones breves de TODOS permiten un intercambio variado de aportes, y dejan un hermoso material para ir pensando y sacando conclusiones de nuestras carencias, de nuestra debilidades o de cosas que nos han brindado y/o nos brindan felicidad y que por habituales las naturalizamos sin darles el valor que realmente tienen.
Esta MULTI: Chapeau !!